Hugo Naranjo: “Para mí la música es un catalizador y evocador de sentimientos y sensaciones, desde ahí me muevo a la hora de interpretar.”

La madre de Hugo Naranjo (1997) le transmitió a su hijo el amor por la música cantando en diversos conjuntos folclóricos. Inspirado por las cuecas, tonadas y canciones de Violeta Parra, el ahora pianista comenzó su exploración sonora estudiando primero guitarra clásica. Actualmente, Hugo Naranjo es un nombre cada vez más recurrente en los escenarios dedicados al jazz en Santiago y Valparaíso y está cada vez más presente en ensambles, agrupaciones y como acompañante de otros músicos.

Entrevistas 28/10/2022 Furia Jazz Furia Jazz
Hugo Naranjo
Hugo Naranjo en Plectrum Studio Fotografía de Claudio Cantín

¿Cuándo y en qué contexto nace tu interés por la música y en particular por el piano?

En algún momento, mi madre buscó un instrumento que yo pudiera aprender, no necesariamente esperando que yo fuera músico, sino más bien, para que lo tocara a nivel recreacional. Ella sabía que la música podía tener buena influencia en mí, independiente del camino que eligiera después. Al principio tomé algunas clases de guitarra clásica con mi tío Juan Mouras, quien egresó de guitarra clásica y composición en la Universidad de Chile, y aunque no funcionaron mucho, quizás por ser muy pequeño, las recuerdo con mucho cariño. 

No fue hasta un buen tiempo después, cuando durante un viaje con mi madre, estando en un hotel, vimos que había un piano y tuve la oportunidad de tocarlo. Mi madre había aprendido algunas melodías por parte de mi abuela, quien a su vez, aprendió a tocar el piano por medio de mi bisabuela, Filomena Vargas que interpretaba música clásica en el teatro de Concepción. Así que podría decir que ese fue el momento en que me di cuenta que quería tocar piano.


¿En qué momento decidiste dedicar más tiempo al jazz?

El jazz llegó de una manera súper tardía a mi aprendizaje musical. Estudié dos años en la Universidad de Chile, donde pude adquirir mi parte técnica más clásica y corregir cosas que tenía de antes de haber estudiado. Al tiempo dejé de estudiar para dedicarme otra vez a la guitarra. 


¿Cómo definirías tu forma de tocar el piano?

Me costaría hablar sobre la forma en que toco el piano, pero sí puedo hablar de cómo veo la música y de qué manera influye en mi forma de ejecutarla, sea clásica, jazz o cualquier otro estilo. Para mi la música es un catalizador y evocador de sentimientos y sensaciones, desde ahí me muevo a la hora de interpretar. En un solo de jazz, por ejemplo, toco pensando en que cada movimiento que hago va a generar una reacción en quien escucha. Se trata de encontrar aquellos lugares comunes en donde los intérpretes y oyentes vivimos siempre y que nos permiten la interacción. Es una forma de ir juntos con el oyente, con la intención de incorporarlo y hacerlo navegar en el mar de sensaciones que se crea.


¿Cómo ha sido tu incorporación al circuito jazzístico chileno? ¿Con quienes partiste tocando y en qué lugares?

Yo partí tocando con Juan Pablo Salvo, Greco Murillo, Matías Velarde, Nicolás Navarrete y Guillermo Valdivia, con quienes conformamos el grupo “Adamantes sexteto”, trabajamos como colectivo montando las composiciones que cada uno traía. Nuestra primera presentación la hicimos en Thelonious hace algunos años. Yo diría que el 90% del tiempo de mis primeros años tocando jazz lo hice en Thelonious. Toqué una vez en el Festival de Jazz de Valparaíso, pero fue una sola vez y en general tocaba bien de vez en cuando. Fue hace dos años que me incorporé más concretamente a la escena, empecé a recibir invitaciones y en el bar El Zócalo se nos dio la posibilidad de tocar harto junto a otros compañeros. Siento que he tenido suerte al incorporarme al circuito, por las oportunidades que se me han abierto y la gente que he conocido, yo mismo trato ahora de hacer eso con quienes que se van incorporando. 


¿Qué músicos o pianistas en particular te han inspirado en tu carrera?

Mi primer gran influencia en el jazz fue Django Reinhardt. Lo escuché mucho y saqué muchos de sus solos en la guitarra, hasta el día de hoy es uno de los músicos de jazz que más me gustan. También considero de gran influencia a mi profesor de piano Oscar Pizarro, quien para mi tuvo una importancia crucial en la forma en que abordó el estilo jazzero. Por supuesto que Oscar Peterson fue uno de mis pianistas famosos más influyente en mi primera etapa, lo mismo me pasó con Art Tatum. Les  admiro por el desplante técnico que tienen, siento que son una inspiración también para pensar en, algún día con mucho esfuerzo y disciplina, poder llegar a ese nivel. Finalmente, Joey Calderazzo, es también un pianista a quien escucho mucho y me gustaría aprender de lo que hace. En el ámbito nacional admiro mucho el trabajo de Joaquín Fuentes, Camilo Aliaga, Santiago Monroy o Emiliano del Solar. Todos ellos de alguna manera me inspiran a seguir, me hacen sentir que la música es algo que nunca se detiene y eso para mi es algo muy bonito. 


¿Cuáles son tus expectativas y metas a futuro como pianista y músico de jazz?

Lo que quiero y lo que busco actualmente es vivir exclusivamente de la música. Para esto estoy desarrollándome en el canto y la guitarra. Las clases son siempre algo que uno ve como posible en el camino, pero por lo pronto no es algo que quiera tomar ¡Vamos que se puede!

Hugo Naranjo se presentará este sábado 29 de octubre en el bar La Vinocracia ubicado en Irarrázabal 3070, Ñuñoa a las 21:00 horas y estará acompañado de Ramiro Ayala en Batería y Rodrigo Montero en contrabajo. Las entradas tienen un valor de $5.000.- y pueden ser adquiridas por sistema PortalDisc en el siguiente link. 

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