Sun Ra en la playa con Don Cherry tomándose unos copetes en Casona Compañía

Anadjot Trío y Surreal inyectaron una dosis de nuevas creaciones en torno al jazz espiritual y lo experimental. La sesión tuvo lugar el sábado 8 en barrio Yungay.

Crónicas 21/10/2022 Trinidad Díaz Morales

01012014-_DSC9675 (1)Foto por Marco Ramírez (@marcocram.foto)


Anadjot Trío dio inicio a la primera noche de jazz en la azotea del Centro Cultural Casona Compañía en el Barrio Yungay. La luna luminosa que se podía divisar desde allí y el viento que hacía volar las partituras, avizoraban el misticismo de la sesión. 

Ignacio Díaz (guitarra), Sebastián González (contrabajo) y Gaspar Aliaga (batería) debutan formando su conjunto. “Anadjot Singh” significa “La luz del León” en sánscrito y es un kundalini. Según Ignacio, compositor del grupo musical: “El kundalini habla de una forma de ver la vida, cómo se lleva y cómo se va transformando”. Así, las vibraciones serenas del jazz de la banda nos transportaron poco a poco a una meditación constante. Las canciones del repertorio original, “Preludio de un Chardonnay”, “Carmenere”,  “Cabernet Sauvignon” y “Syrah” con notas dulces y aterciopeladas, nos transformaron en un ritmo calmo y acogedor.

Más tarde, aparecieron cuatro seres tras las túnicas características de Surreal, evocando un estado introspectivo. Liderados por Julián Romero (bajo eléctrico, guitarra), el proyecto se conformó en esta oportunidad por Cristóbal Menares (guitarra eléctrica), Samuel Álvarez (batería), Franco Ortiz (saxofón, didgeridoo) y María Miralovich (danza). La banda se define como un colectivo, ya que sus integrantes van rotando. Ese elemento tiene mucho que ver con la improvisación libre, que es fundamental en su propuesta experimental.

Nacho 2 (1)Foto por Liza Sepúlveda (@lizakeoo)


María Miralovich dio inicio al ritual invocando dimensiones de la alquimia con incienso y movimientos magnéticos. Los primeros sones del concierto nos conectaron con un mundo cósmico. “Surreal es parte de una búsqueda a una gran pregunta sin grandes respuestas ¿Por qué estamos acá?”, nos comenta Julián, quién se encarga de la composición. La respuesta a su pregunta no es certera, entonces se acude a la improvisación. La vida está llena de texturas que van más allá de lo racional. Sin embargo, lo olvidamos en la vorágine cotidiana que no nos permite improvisar. Con todo eso en juego, Surreal nos invita a una pausa para trasladarnos a un espacio misterioso, de aquello que no manejamos, de lo inesperado y subconsciente. 

Los paisajes sonoros de “Deseo Lunar”, “Amor Austral”, “Sun Ra en la playa tomándose unos copetes con Don Cherry” y “Decepción”, nos incitaron a divagar sobre ello entre recuerdos, sensaciones y símbolos oníricos. La interpretación de Maria Miralovich condujo el viaje de forma alucinante con sus danzas hipnóticas de inspiración tribal. Surreal como proyecto artístico resignifica lo que entendemos por psicodelia en un jazz espiritual contemporáneo al estilo de Pharoah Sanders, Sun Ra, Jhon Dwyer y Tomeka Reid, referentes internacionales del género. 

Tanto Anadjot como Surreal, nos entregaron un valioso espacio para explorar profundos caminos que raramente nos autorizamos experimentar y asentaron la música como una forma de expresión de conceptos que van más allá de las palabras. 

Julian93 (1)Foto por Liza Sepúlveda (@lizakeoo)

Trinidad Díaz (La Serena, 1997) es antropóloga social egresada de la Universidad Católica de Chile. Actualmente es comunicadora y profesora de francés en el Centro de Idiomas Comunidad Reyalite. Sus principales campos de interés son la mediación y la interculturalidad.