Backroom: Irrumpe un nuevo espacio para el jazz y la gastronomía en Providencia
A principios de marzo, abrió sus puertas Backroom, un nuevo espacio que combina diseño, jazz y comida.
Este viernes 26 tenemos una nueva sesión de improvisación junto a Altomúsico y al Colectivo Urbajazz en una locación secreta. A comienzos de año Casa Cultural Pandora albergó el último ciclo Furia Jam, allí cada nota musical aún se queda y resuena hasta hoy. Este es un recuerdo de esos días de verano.
Actualidad 25/05/2023 Ignacio IturrietaEn el barrio Yungay, un portón morado resguarda a un puñado de artistas excelentes en su rubro. Tatuadores, escultores, pintores y músicos abrieron el portón para que el jazz llenara el patio lleno de murales y plantas de la Casa Pandora. El bajista Albert Van Dijk, al que le mando un cálido abrazo desde esta parte del mundo, se encargó de llamar a las bandas y agrupaciones que deleitaron al público. La jam que se avecinaba horas después reunía un amalgama de estilos e improvisaciones, desligadas de límites, donde el swing se convertía en funk, donde la voluntad lo era todo. Como parte de Furia Jazz, también agradezco a toda la organización de la Casa Pandora y especialmente a Nicolette que gracias a su voluntad, como la derramada en la música, se pudieron erguir los encuentros hermosos y únicos cada tarde dentro de una comunidad dedicada al arte y que recomendamos con profunda sinceridad. Cada trabajador de la Pandora es un experto en su área y la ejecutan bellamente.
Este ciclo abrió con la psicodelia y un desarreglo de Mr. P.C. a manos del cuarteto Las Cuatro Esquinas de la Habitación Redonda. Un grupo íntegro y de energías tremendas que no dejan de fluctuar en una sensualidad para el oyente, dirigiéndonos a un plano detrás de la música que nos regresa frente a ella. La inmensidad y la magnificencia de lo que es este arte se hacían evidentes. Santiago Jazz Project fueron los encargados de dar pie a la segunda jornada de jam. Con el swing en el alma y el talento en los instrumentos, la nostalgia santiaguina se ve reflejada, haciéndonos girar y apreciar la versatilidad del jazz que se envuelve en nosotros y nuestra vida. Tercer jueves y el Ensamble Malva arrancó en el escenario de la Pandora con elegancia de melodías que el violín de Vanessa Valdebenito entregó en medio del calor veraniego, llevando al público a los tiempos y los aires del Gipsy, acompañada por Albert Van Dijk en el contrabajo, Mauricio Díaz en el bajo eléctrico y Matías Paez en la batería. Jorge Olivares Trío marcó sus mil pasos con composiciones propias y un standard. Derramando jazz a través de su voz y habilidad en el piano de Olivares, la agrupación logró pintar cuadros coloridos en los seres presentes con una fuerza caminante con muchos más pasos para dar. La última jornada que vivimos en el espacio Pandora fue liderada por Rueca de Moira que con sensibilidad y habilidad regalaron una música ejemplar en solos, que denota una vocación que llega a conmover y atrapar dentro de vueltas y armonías.
El escenario rodeado de una audiencia amable que aplaudía los solos de cada música y músico que hacían sonar a conciencia cuerdas, teclas, voces y tambores al ritmo de la unión. Allí no había nadie, sólo ideas y melodías de las cuales ninguna valía más que otra. Desde la calidez del sol veraniego hasta el fresco nocturno, la música no paraba. Yo también fui parte del juego y el fluir de la jam. Disfruté ver a compañeres conocides junto a mí, haciendo esos gestos con los ojos y cejas para dar paso a un solo, mover la mano para volver al orden de notas que desde el siglo pasado fueron escritas y se siguen tocando hasta hoy, o simplemente vibrar al ritmo de la metamorfosis inesperada que se lleva a todes sin discriminar su lugar.
Pareciera que la rapidez de los días lograra imposibilitar vernos y escucharnos como humanos. A veces las bocas callan por vergüenza y pudor, embotellando tantas cosas que decir hasta el punto de hacer caer el cuerpo enfermo. Dentro de este mundo la jam se convierte en un testimonio de miles de historias y anécdotas. Cuando escuchas una jam no sólo escuchas el progreso habilidoso e intelectual de lxs músicxs, sino que también escuchas su historia y eres testigo de la historia que están escribiendo frente a ti con instrumento en mano. Allí siempre encuentro algo que me parece mover, algo tan sincero y único en cada persona que deja de importar cuál sea su instrumento, sino lo que dice con él.
Y esta semana volvemos con una nueva Jam.
¿Te la vas a perder?
ALTOMÚSICO JAM
Artistas:
Las Cuatro Esquinas de la Habitación Redonda
Mota HP
ABV Trío
Scaramuza
Murtamango
Hengcoo Ortega
Sebastián Reyes
+ Invitados sorpresa
Consultar dirección secreta en @altomusico
Venta de entradas por @altomusico
Preventa indicando una agrupación: $3000
En puerta: $4000
Ignacio Iturrieta (2004) Nacido en Santiago de Chile. Estudiante de arquitectura en la Universidad de Chile, desde temprana edad se ha ligado personalmente a la música, las artes y la literatura expresada mediante la guitarra, la composición y la escritura. Amante de una diversidad de sonidos y letras tanto nacionales, latinoamericanas y extranjeras. En la actualidad incursiona en la difusión y participación musical chilena en géneros como el jazz.
A principios de marzo, abrió sus puertas Backroom, un nuevo espacio que combina diseño, jazz y comida.