Desde hace algunas semanas se ha visto un incremento considerable de escenarios dispuestos para que músicos y músicas de jazz se dejen ver en las tradicionales jam sesssions. No he hemos ido a todas (todavía), pero conocemos cada uno de los locales donde hoy por hoy se realizan. Acá un resumen de lo que está sucediendo:
Dos talentos desplegados comunicándose, jugando, planteando problemas al otro, colaborando. Las miradas cómplices entre ambos al armonizar en el raudo vaivén del call & response, eran fiel reflejo de lo que yo sentía al oírlos: ternura y asombro.
El hecho de salir a ver un trío de Jazz es siempre gratificante, de verdad que puedes escuchar con mucha calma y detención cada instrumento, por ejemplo, el Contrabajo, realmente tienes un instante en que solo escuchas el repicar de esas cuerdas, una amiga decía que parecían arañas, formando notas, en una dirección, luego en otra.