Último día de MJazz: Música y proyecciones al futuro próximo

El domingo se completó la tríada de jornadas de un fin de semana de reflexión, proyecciones y apertura para los nuevos públicos del género.

Actualidad 03/10/2022 Editor Furia Jazz Editor Furia Jazz

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Foto por Cantín (@cantincantin)

Las actividades de cierre para el Primer Mercado Iberoamericano del Jazz en Chile culminaron con las últimas sesiones de las ruedas de negocios y las proyecciones de Lav TV en el cine. Solo dos workshops tuvieron lugar en la jornada los cuales ayudaron a redondear el perfil y concepto detrás de MJazz. El Panel Festivales de Jazz y Circuitos Urgentes, contó con la participación de expositores extranjeros que pudieron dialogar junto a experiencias chilenas los desafíos y logros de estas instancias dentro de la industria. Finalmente la conferencia de Festivales + sostenibles en el Huerto de Matucana 100 abordó el desafío de la sustentabilidad y la importancia de la colaboración en la gestión responsable como un soporte a la creación músical en torno a las problemáticas medioambientales.


Al término de las instancias de conversación se abrieron los fuegos para la última jornada de música. Al comenzar la tarde el escenario de la Explanada estuvo a cargo de Mousso, ensamble de jazz afro-fusión liderado por mujeres y disidencias de género. Luego de una participación activa los días anteriores en las instancias de workshops tanto de su directora Natalia Quintana, como de Jose Ares quien se encarga del bajo y presentó composiciones en este concierto. La intervención de la banda destacó por la solidez de la propuesta, la variedad tímbrica de las percusiones y la integración de una intérprete escénica dedicada a acompañar con danzas la música en vivo. La versión de El Gavilán de Violeta Parra entregada por este proyecto fue un punto importante de esta agrupación que aborda de forma responsable la apropiación y renovación de ritmos ancestrales.


Posteriormente en Huerta, quizás el espacio más concurrido por la audiencia dado su disposición al aire libre y la cercanía con Café M100 y la barra, tuvo lugar la presentación de Nelson Oliva Quinteto. El grupo liderado por el baterista con importantes participaciones de Agustín Moya y Sebastián Jordán, respetó en comunión durante la tarde del domingo el repertorio escogido en equipo y dio una definición clara de jazz.


Minutos después en el mismo escenario se presentó Nico Carreño, mostrando sus nuevas exploraciones hacia el género con su aproximación desde la cantautoría y su vínculo con la escena indie.  Cerca del atardecer y en el mismo espacio Joaquín Fuentes trío entregó una dosis de lo que viene trabajando entre colaboraciones y su publicación La Búsqueda (2019), abriendo momentos para la lucidez al interpretar creaciones prontas a estrenarse en plataformas digitales.


Francesca Ancarola encantó a la audiencia del Teatro Principal dando muestra de su trabajo incesante de folclor contemporáneo y su cruce con el jazz tal como presentó en su disco en vivo desde el Teatro del Lago hace un año. En esta nueva oportunidad con invitados como Antonio Restucci, la intérprete y compositora sorprendió con su expresión de las raíces sudamericanas al público que no había tenido oportunidades previas de escuchar su show.


Un poco más tarde y cerca de la clausura el Teatro Principal se enrojeció para la explosiva presentación de Akinetón Retard que en su formación de sexteto y el humor característico de Vicente García-Huidobro cruzaron entre los distintos lenguajes de lo progresivo, lo experimental y el jazz, carácter marcado de la agrupación desde la década de los 90.


El último concierto, nuevamente en Huerta estuvo a manos de Groove In Transit, proyecto post pandémico con escasas apariciones en vivo pero una propuesta fresca y llamativa en variaciones rítmicas. El dúo está conformado por el bajista Felipe Catrilef junto al baterista y gestor Josué Villalobos, quien estuvo presente de forma activa durante las tres jornadas sorprendiendo en la primera como parte de la banda de Ernesto Holman.


Los tres días de este primer evento que planteó un hito en la industria musical del nicho abren continuidad para expandir diálogos y enfrentar desafíos. Estos no solo abordados desde la sustentabilidad, la política, la responsabilidad con los talentos en formación o la equidad de género en la escena como se planteó desde la programación con buenos resultados. Existe una oportunidad importante desde las conexiones y alianzas concretadas en cada jornada para visibilizar el trabajo musical y técnico-creativo. La primera versión de MJazz deja en claro que existe un público regular y entusiasta con esta música que con instancias como esta permitirán desarrollar nuevas estrategias para atraer más públicos potenciales y ocasionales.

Desde Furia Jazz estamos felices de que se realicen este tipo de eventos y de haber participado/colaborado con nuestro trabajo. Felicitamos a Lorena Amarillo, directora y fundadora de Mjazz como también al equipo de Matucana 100 y a todas las personas que de alguna manera hicieron que este necesario primer encuentro fuera una realidad. 

¿Nos vemos en el próximo? 

¡Así será!

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